Y yo no quería beber, pero Saimon seguía y yo lo seguía. Sabía emborracharse con elegancia y aplomo, en contraste con su beber, animal y desesperado. El ojo, rojo y latente, ya se le había hinchado. Aparte de rojo e hinchado el ojo adquirio la capacidad de leerme el pensamiento y me dijo antes de que yo se lo preguntara: Tequila! Y cerro el ojo, y lo juro, que escuche un ligero crepitar como si pisara las hojas caídas en otoño, cuando parpadeo...
Esta es del ABC del Guateque Descremallerado!!!
Esta es del ABC del Guateque Descremallerado!!!
2 comentarios:
dios santo, qué video, deben estar ya todos muertos..
pues no había pensado en eso...agrego tu blog que tiene una pinta tremendamente buena
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