jueves, 23 de abril de 2015

Gálvezton

Agua y más agua. Agua que rompe y agua que se aleja. Agua que nunca pregunta nada. Agua que a veces responde. 


The Jinx (Andrew Jarecki, HBO) nos trae a uno de esos personajes inolvidables, Robert Durst. Mentiroso, estrafalario, sibarita, sofisticado, con cierto humor Lecteriano. También nos trae policías mesiánicos, fiscales "botoxisadas", hermanos millonarios, descuartizamientos, disfrazes inverosímiles, cartas de ultratumba, hijastros vendidos, desapariciones. 

Durst decide huir o refugiarse o esconderse en Galveston. Uno de esos Fin del Mundo que existen, un lugar sin preguntas, sin más horizonte que el agua. Agua y más agua.


Tras la espectacular primera temporada de True Detective todo lo que lleve el apellido Pizzolatto ha entrado en el radar. En Galveston, su primera novela (anterior a la serie) Roy Cady se refugia en la tranquilidad desoladora de este pueblo texano. Solo el huracán puede traer los aires del pasado (ese pequeño corazón que late en nuestro interior) Agua que vuelve. Agua furiosa. Agua llena de respuestas.


Galveston se llamaba Gálvezton en honor a su fundador, Bernardo de Gálvez y Madrid, uno de esos tipos que nadie recuerda (pero si fue Virrey de la Nueva España!) uno de esos olvidados, uno de esos que el tiempo consume, que el agua erosiona, que lentamente desaparecen. Que fueron. 
Asi es Galveston.

lunes, 20 de abril de 2015

Reyes

Pues es así: Todos Pierden. Así que solo se puede hacer una cosa: Perder con Estilo. 


Siempre me ha gustado esa frase que dice que las grandes obras crean a sus precursores. Los incondicionales de The Wire deben abalanzarse sobre Los Reyes del Jaco para reconocer, no solo el ritmo de la calle, los engranajes del Juego si no directamente a personajes y situaciones con las que gozamos en la serie. Afros, pistolas, cadillacs, abrigos de pelo, lumpen y hampa, yonkies y putas, negros y blancos. Todos jugando. Todos perdiendo.

Vern E. Smith ha escrito una de las mejores novelas que hemos leído por aquí en mucho tiempo. 

Los más interesados deben seguir a la editorial Sajalín (toda su colección Al Margen!)
En el blog del traductor del libro, Guido Sender, encontraran una fantástica anécdota sobre la portada.