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miércoles, 18 de mayo de 2016

Rebeldía

"Instantes irrefutables que son puntos de partida, que son constantes de tiempo, eso, metáforas de la época, es lo que intento captar, un instante del tiempo que vale por todo el tiempo"
Rebelión de los oficios inútiles
Daniel Ferreira

(Geovanni Orozco es el fotógrafo del que tomo prestadas las palabras con las que abrimos y cuya ambición por captar El Momento me remite a mi lectura más actual 
"tampoco se puede fotografiar porque hay partes de West Kensington, por ejemplo Rema, que resultan tan lúgubres e implacablemente repulsivas que la belleza inherente al mismo proceso fotográfico te miente y te oculta lo feo que es todo en realidad"
Breve historia de siete asesinatos
Marlon Jones) 

Yo ya tenía solución al problema: los mandaba a leer Los Ejércitos de Evelio Rosero. Ahora ya tengo otro as en la manga: lea Rebelión de los oficios inútiles. Ojo, les diré, no La Rebelión, solo Rebelión. Claro aquí tengo que contar con que la pregunta sea esa que tanta gente me ha hecho ¿qué pasa en Colombia? 



Rebelión de los oficios inútiles busca fijar un instante (un instante que es igual a otros instantes un instante repetitivo) para evitar que el futuro sea tan despiadado, que el conocimiento del pasado erosione la violencia por venir (que el pasado siempre vuelve, como farsa, como drama, vuelve y vuelve). Que no vuelva impune a nosotros, que al menos el peso de la infamia le haga disminuir su velocidad, la fuerza de su impacto.

Es por todos sabido que "De todas las historias de la Historia sin duda la más triste es la de España, porque termina mal" y ¿las historias sin final? Incluso podríamos ampliar la categoría a aquellas cuyo principio se difumina en el olvido ¿cómo es aquella Historia? pues aunque parezca una tontería para conocer aquella Historia (que no el final: el final ya lo sabemos) debemos conocer las historias. Y por eso se debe leer Rebelión de los oficios inútiles. 

(Breve apunte sobre La Rebeldía de Daniel Ferreira, en este mundo donde todos nos afanamos por demostrar que tenemos Mucho Mundo, él parece (o al menos sus libros) querer demostrar que tiene Mucho Pueblo. Solo podemos agradecérselo)

viernes, 14 de junio de 2013

Almorzar

No sabes, no tienes ni idea, cuál será el resultado. Es fácil, solo tienes que unir los puntos, siguiendo el orden numérico. Del uno, al dos, luego el tres y así. 
Ahora se complica todo un poco más:
La misma pregunta siempre. La misma persona responde. Las respuestas varían. Cada punto a unir es una repuesta. 
El resultado:
Tú. O al menos una imagen que todos convenimos en que te representa.


En los libros de (todo el mundo en pie) Evelio Rosero siempre encontramos ese momento álgido, ese desarrollo, esa explicación,  que se nos presenta como una nebulosa onírica, una aparición etílica, una extraña realidad. Un momento Dimensión Desconocida, donde el desconcierto es la norma. 
Aquí ya me lo invento: 
es normal y lógico que un hombre culto, de letras, viajado, en definitiva: un pensador, encuentre que la lógica respuesta a la sinrazón en que todo un país se ha sumergido sea consecuencia de una mala borrachera, de esas de reventarse el hocico, de una de esas pesadillas donde caes al vacío. 

Evelio Rosero es nuestro escritor colombiano favorito

lunes, 16 de abril de 2012

Bolivariano

Para empezar:
- Los escritores (en general, la gente de la cultura, pintores, cineastas, músicos) son un curioso árbol que no hunde sus raíces en el suelo, si no que las extiende de manera paralela al mismo, en dirección a su biblioteca. Las raíces de un escritor son un extraño jardín colgante, un artefacto digno de visita y asombro, que aunque tienen que vivir en un medio-ambiente determinado, este no es el que los define ni clasifica, en todo caso y como mucho, les da un toque distinto, una coloración diferente, unas flores particulares. Pero su tronco, sus ramas, su altura, le vienen determinadas por sus raíces horizontales. Siendo el sustrato del que se alimenta y crece, sus lecturas, su pared, su estantería Billy. 

Esta teoría, que no es mía y no estoy seguro si se la leí a Borges o a Fresán, por supuesto es aplicable al Escritor Perfecto que como sabrán no es más que un Lector Perfecto. (Paro aquí, que aburro)



Para Seguir:
- Evelio Rosero
Solo he podido leer dos libros de él, pero son más que suficientes para que se convierta en Mi Escritor Favorito (Categoría mucho más amplia de lo que su nombre indica). En su último libro "La Carroza de Bolívar" trata varios de los temas que últimamente más me obsesionan:

a) como diría el tango Cambalache "hoy resulta que es lo mismo ser derecho, que traidor / ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador / todo es igual, nada es mejor / lo mismo un burro, que un gran profesor / no hay aplaza'os ni escalafón / los inmorales nos han iguala'o"  O lo que es lo mismo: este nihilismo rampante que nos acecha y destruye, en nombre de la "Democracia", en nombre de la "Igualdad", en nombre de "Libertad" un principio realmente macabro y destructivo que es aquel que convierte la opinión en algo respetable. Y además la Opinión la transforma (por arte de birlibirloque) en la Verdad. Construyendo un mundo falso de Verdades, de Razones. Como no quiero ser pesado ni lioso, aclaro:

- Todas las Opiniones NO son respetables. Las personas que emiten esas opiniones SI son respetables.
- La opinión no es La Verdad. No tenemos cada uno, una Verdad. Como mucho, tenemos una opinión.



b) La Historia. La historia la escriben los vencedores. La historia no es más que un relato. Y como todo relato esta sujeto a la parcialidad del narrador. La Historia no es algo fijo, inamovible. La historia es algo Vivo. Y aquí, esta el meollo: si tenemos que mirar atrás para no cometer los mismos errores, si tenemos que conocer nuestra historia para no cometer los mismo errores ¿como hacemos? ¿y si estamos evitando cometer errores del pasado basándonos en principios erróneos?¿ y si estamos mirando por un retrovisor que no apunta bien a la carretera?....

Grandioso.  (Afortunadamente no le falta humor. Un humor peculiar y colombiano, pero humor)

"Era un desfile de niños y niñas enaltecidos: cantaban mientras bailaban; algunos llevaban botellas de aguardiente llenas de limonada, pero desfilaban haciendo eses, imitando al detalle la borrachera de los mayores: las orgullosas madres los aplaudían." 

La Carroza de Bolívar 
Evelio Rosero
 

miércoles, 20 de enero de 2010

Los Ejércitos

Y era así: en cada conversación le preguntaban el porque. Acaso era su conversación, acaso eran los efectos de los destilados. Él se apresuraba a contestar, a inventar, a fabular. Explicaciones sencillas o complicadas, absurdas y parciales. La verdad es que no tenía ni idea. Pero le seguían preguntando.

Pasaron los años y las conversaciones. Siguieron las amistades, se acabaron las amistades. Pero la pregunta seguía esperando, agazapada en el fondo de una botella, en unas bravas, en la intimidad de la oscuridad.


¿Qué es lo que pasa en Colombia?


Años después, sin quererlo, la respuesta vino. No hay respuesta.


Reflexión después de leer:

Los Ejércitos. Evelio Rosero

Tusquets 15€