Existe una Barcelona que se resiste a ser Una Ciudad Cosmopolita. Que se resiste a Macdonalizarse del todo. Existe una Barcelona que intenta ser algo más que un gigantesco museo, compuesto por casas imposibles, catedrales inacabables, estadios de fútbol y pebeteros olímpicos. Una Disneylandia habitada. Una mentira para que los turistas paseen en autobuses de dos plantas tomando las mismas fotografías una y otra vez. Tal vez algunas personas (probablemente los habitantes de Nueva Orleáns) digan que quiere ser una ciudad con Alma. Y no una aséptica ciudad donde cada Arquitecto quiere estampar su firma como parte del plan de expasión de su marca, donde no venga Woody Allen a hacer un publireportaje. Es como si entraras en un bar y estuviera demasiado nuevo, donde reconoces que el decorado es de Ikea y que incluso sabes el nombre de las lámparas y estanterías. Esa sensación.
Supongo que lo que quieren algunos es que siga siendo una ciudad llena de personas, de habituales, de lugareños.
Si alguno esta interesado en conocer, o al menos tratar, intuir, esa Barcelona lo mejor que puede hacer es leer a Casavella. Y ahora, a Javier Calvo.
Portada de Corona de Flores
"Corren los mejores tiempos, corren los peores tiempos, es la era de la sabiduría, es la era de la estupidez, es la época de la fe, es la época de la incredulidad, es el tiempo de la Luz, es el tiempo de la Oscuridad, es la primavera de la esperanza, es el invierno de la desesperación, lo tenemos todo por delante, no tenemos nada por delante, vamos todos directos al cielo, vamos todos directos al otro lugar."
Javier Calvo
Corona de Flores
4 comentarios:
Te has dejado a Kiko Amat, y has hecho bien, supongo, casi estoy seguro, en eludir a Ruiz Zafón. No sé qué piensas de Mendoza o Vila-Matas. Los dos me acaban pareciendo demasiado burgueses, pero los voy leyendo.
De Calvo leí Mundo maravilloso, que, no sé por qué, me dio la impresión de que iba de más a menos. Casavella es (era, de mis grandes favoritos sólo Houellebecq - qué opinas de Houllebecq?- y Cercas están vivos) impresionante, hasta en sus artículos periodísticos (y es una reconocida influencia). Otra. Prueba a Quim Monzó: sobre todo su obra de los 80-90. Ahora ha cumplido demasiados años y su humor se ha agriado.
Respecto a Barcelona: una ciudad empeñada en convertirse en parque temático para turistas de cruceros y estudiantes de Erasmus: o sea, para los que dejan pasta al sector hotelero: que la necesita pues han pagado elevados importes que deben a bancos, por edificios y solares. Entonces se ha construido parte importante de una ciudad en torno a eso. Menudo pollo con el WMC. Las putas harán horas extras. Pero la gran mayoría de los indígenas estamos hasta los cojones, pues el sector turístico no lo es todo. Un centro de la ciudad lleno de bancos, de notarios y despachos de abogados. Rodeado de barrios residenciales de todo tipo. De La Mina a Pedralbes.
Joder!
Pues vamos por partes
- Kiko Amat soy fan y seguidor. Pero sus libros creo que están en otro categoría, más musical y de sentimientos, y aunque las sitúa en Barcelona no me parece que sean excesivamente citadinas.
- Ruiz Zafón: no comment
- Mendoza: lei algunas cosas (sin noticias de Gurb, una aventura...) no me ha entusiasmado demasiado
- Vila-Matas: pues creo que lo he leído todo de él y sus recomendaciones me han llevado a una cantidad increíble de libros. Pero me pasa lo mismo que con Amat, sus libros no me hacen pensar en Barcelona, me llevan a otro plano mucho más intelectual.
- Houllebecq: muy fan. Lo único malo que creo es que lo mejor ya ha pasado.
- Cercas: alguna entrada hice de él. Me gusta mucho. Soldados de Salamina me parece Superior.
- Monzó: lo tengo pendiente.
Abrazo Amigo y Resiste!!!
Hola!
Llegué a Barcelona hace unos siete años, justo a tiempo para ver las paredes adornadas de música y colores. Justo antes de que prohibieran los aerosoles poéticos. Ahora, parece un decorado hollywoodesco. Los que despiden solteros saben por donde pueden ir a follar y vomitar y ser robados y gritar. Ahora estoy refugiado en Vall de Hebrón, pero viví cinco años en Tallers y la Rambla y la ventana daba a la calle.
Me gustó Amat y sus cosas que hacen BUM! Y, no se ofendan, pero leí Marina y me gustó ese ambiente oscuro y perturbador, tanto fue asi que fui a visitar el cementerio oculto de Sarriá.
Todavía, por aquí y allí, quedan auténticos lugares y gente que dan una pista de cómo era esto antes del pebetero.
Y además... ¿nosotros no deberíamos dar cuenta de lo que pasa ahora mismo en la ciudad?
Hay tarea...
Abrazos!!
Hola German! gracias por la visita y por comentar...tienes razón en cuanto a lo de ser cronistas de la época en la que vivimos (y merecemos?!)...Abrazo!
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