Hay líneas que actúan como espitas, detonando el pasado, que todos sabemos aguarda agazapado, latiendo suave, casi inaudible. Al pasado nunca lo dejamos atrás. Nos sigue de cerca, escondiéndose en nuevos besos, adelantándonos en raros sueños. Creemos que es un cuento a escribir, que lo vamos puliendo, quitamos una frase aquí, metemos un adjetivo allá, poco a poco, renglón a renglón. Tendrás una bonita historia para contar, nos dicen en el muelle de embarque. Envejecer no es más que perfeccionar la historia, tener un relato redondo, una historia sin fisuras, lisa y reluciente. Confiamos en que sea eso.
¿Te acuerdas de cuando había gente que no sabía que era Halloween?
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