El Bolingismo Musical, como corriente de pensamiento y acción, no es ajeno, no puede serlo, a las distintas ramas del conocimiento, siendo influenciado por distintas y variadas escuelas de todos los ámbitos del saber. Así, se empapa del sentir freudiano, en, tal vez, una de sus mayores aportaciones: Matar al Padre. Como el B.M. es una ciencia en constante construcción y desarrollo, en expansión, nos encontramos, una variación curiosa y original a la idea del retorcido y torvo Freud: la bastardización por parte del hijo.
Si en el concepto original de Hijo Bastardo encontramos a aquél que es hijo ilegítimo de un padre conocido, en el Bolingismo Musical encontramos una variación lógica del concepto, siendo en este caso un hijo legítimo que en determinado momento (¿de claridad?¿de desesperación?) decide hacer el camino inverso y no reconocer a su padre. Llevando así el legado de este a otra dimensión, bastardizando el sonido. Como anotación curiosa los padres bastardizados suelen sentirse orgullosos.
I Walk On Gilded Splinters
Johnny Jenkins
(Original de Dr. John (escuchala aquí) grabada con un sinuoso fraseo, una percusión muy africana y unas voces femeninas que replican armoniosas, evocando un ritual del Mississippi, una oscura tradición de vudú, la esencia de la música de los Indios de Nueva Orleáns. Jenkins la lleva a un plano distinto: amenazante, sexual, viscosa. Luego vendría Beck, pero eso, como diría Kipling, eso es otra historia)
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