jueves, 14 de febrero de 2013

Salimos!

Aquella locura de los Momentos Históricos confundió a mucha gente. A lo que sí se ha podido llegar, establecer consenso, es en la importancia que tuvieron las cámaras digitales en el proceso. Y más aún cuando se integraron en los teléfonos móviles. Un cambio gradual, imperceptible en su día a día. La palabra, el adjetivo, Histórico se sacudió el polvo que la pomposidad académica le había hecho acumular sobre sus hombros. Bajo a la calle o lo que en esta historia es lo mismo, se subió a La Red.


Saliendo de la estación de Atocha pertenece a esa categoría de libros que escritos desde la cercanía que da la residencia y le lejanía que da la procedencia logran captar el espíritu de un momento, la esencia de un instante, la fotografía bien enfocada y como diría Capa, lo suficientemente cerca.

Con la farsa, los miedos, las inseguridades, con la ventaja de estar de paso y de no tener pasado, el protagonista nos cuenta su día a día en Madrid de comienzos de siglo. Esa ciudad en constante erupción, mareada por el cambio de moneda y donde pronto unos vagones estallarían, situándonos en el centro de la Historia. Haciéndonos participes, protagonistas.



El primer síntoma fue lo de los eclipses. Cada dos o tres semanas se publicitaban en los medios, complicadas alineaciones planetarías que no se producían hace cientos de años. Luego fue con los máximos históricos de temperatura. Con las lluvias. Con la sequía. Todo era Lo Máximo Nunca Registrado. Las reuniones de presidentes pasaron a ser Vitales, Urgentes. Acuerdos Históricos, publicaban. Hasta aquí fuimos más o menos bien.

Los grupos, en su mayoría cosas desfasadas y que ya tuvieron su momento, se reunían. Y todos los asistentes lo calificaban como histórico y subían miles de fotos a la Red. Partidos de fútbol, despedidas de soltera, finales de curso, comienzos de curso. Todo paso a ser Histórico, memorable, único. Que lío ser Historiador en el Siglo XXI

3 comentarios:

THE VILLACRESPORKER dijo...

También en fútbol anuncian "el partido del año", y después es un fiasco.
"record de taquilla" (obvio, si aparte de que las entradas cada vez cuestan más, el mundo crece en población, cráneos)

Pero es verdad que todo se anuncia como "histórico" o "sin precedentes".

Las redes sociales también ayudan a la pérdida de la experiencia, como dice por allí Fabián Casas, a que ya no queden anécdotas para contar luego.

De todo modos, a mí me parece que los historiadores la tienen más fácil. A menos que usted lo diga en tono irónico...

Francesc Bon dijo...

Nuesto común amigo Fresán comenta el libro en su blog hoy mismito. Otro que dan ganas: esto es la ruina absoluta.

Azul Sanchez dijo...

Villacresporker: iba un poco por el lado de la ironía, de lo "difícil" que no lo ponen con tanta adjetivación y con tanto egocentrismo y querer siempre situarnos a nosotros mismos como centro de la Historia

Francesc: a mí me compenso cada euro ;) y que razón tienes con lo de tan poco tiempo y tan poco dinero...

Abrazos!!!