El sueño fue así:
Una ráfaga de Futuros frente a mí.
Una sucesión de rostros. Imágenes sin parar, una detrás de otra, como un profesor que enloqueciera al pasar las diapositivas, que perdiera el ritmo, que ametrallara a sus alumnos con imágenes, imposibilitando así que tomen apuntes. Fabricando el suspenso.
Rostros que en algún momento conocí, algunos que Ame. (Amores consumados y quemados, amores que no prendieron, amores cobardes y amores imposibles, amores no natos y amores jubilados).
Rostros familiares y desconocidos. Rostros que al mirarlos me permitían, como un flash dentro del flash, ver un pasado. Un pasado del que yo era parte. Felicidad y tristeza. Sin ninguna dosis, un cóctel desequilibrado, una borrachera infame. Un Ying Yang girando descontrolado.
Claro que era un futuro mentiroso por improbable. Era un futuro que Nunca se cumpliría. Todo el pasado, el flash dentro del flash, ya había pasado sin mí. Eran Futuros Pasados.
No era premonitorio ni de advertencia. No era el fantasma de las Navidades Futuras el que venía a visitarme. No hay chance de cambio. Ya fue. No aceptamos el arrepentimiento para reducir la condena.
Rostros y Rostros, que con una solo mirada, a lo mejor alguna frase, me permitían conocer todo ese futuro que me perdí y ya nunca llegaría a ser.
Una vecina, una compañera de clase, de trabajo, una chica del autobús. Rostros y Rostros desfilando ante mí, apareciendo de repente, como sucede en los sueños, sin explicación sin un porque, sin un orden. No había botón de pausa. Ni de rebobinar o adelantar. Un zapping demencial.
Aunque había algunos Futuros bastante Buenos, me alegraba estar en un sueño, de la imposibilidad de que se cumplieran. Los Futuros Malos tampoco estaban mal. Pero igualmente me alegraba de no haber formado parte de el.
El Futuro no para de suceder.
Un mal cuerpo me acompaño todo el día, una especie de resaca palpitante, sin dolor de cabeza, sin la euforia de la borrachera.
Supongo que será el cumplir años. Y el quedarme dormido leyendo cosas, tal que así:
“Las
olas del corazón no estallarían en tan bellas espumas ni se
convertirían en espíritu si no chocaran con el destino, esa vieja roca
muda.”
2 comentarios:
Aparte de tu línea filosófica habitual (las diversas corrientes del bolingismo), habrás de aplicar nuevas etiquetas a tus escritos, tales como
Ensoñaciones nebulosas
Flashbacks que parecen flashforwards
Somníferos ? No, poesía en alemán!
Por cierto, estoy leyendo unos cuantos de los libros que etiquetaste como Libros que me he leído más de 3 veces. Sobre todo los breves.
Iré informando.
Ese sueño, también lo vi, busca una fotografía mía y tal vez en los rostros que no conoces esté yo, de seguro si veo una fotografía tuya tu estarás en los rostros desconocidos de mis sueños...
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