martes, 12 de julio de 2011

Plan B

Tengo un amigo que siempre que algo le salía mal acudía sin ningún problema a su Plan B, también llamado de contingencia o de manera coloquial, el de por si acaso. Y aparecía el Plan B, como si del Señor Lobo se tratase y solucionaba el problema, como un apósito mágico de esos que quitan las ampollas de los pies. La contingencia o el de por si acaso actuaba rápido y certero, cortando la hemorragia y permitiendo llevar al enfermo al hospital.

Con el tiempo, y fue así de manera invariable ya que sucedió siempre, tenía que volver a otro Plan B. La efectividad y fortaleza del Plan B se vio reducida cada vez más. Así los plazos fueron acortándose, pasando de unos meses, a días y en una ocasión horas, antes de que fuese necesaria la intervención de otro Plan B, para solucionar las cosas. Como es natural su confianza en el Plan B se fue desvaneciendo.

Un día harto de la poca contingencia de sus planes y también hay que decirlo, desorientado y confuso por no saber ya en que Plan B andaba, decidió actuar siempre instalado en el por si acaso, en el quién sabe, en el y si, convirtiendo su Plan B en su Plan A. Sobra decir que esta encantado, como si fuese Anibal Smith, con que el Plan A siempre salga bien.


Dexy's Midnight Runners
Plan B

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