"Y así vamos adelante, botes que reman contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado" decía el final de El gran Gatsby. Fue inevitable pensar en eso, en esa imagen, para mí al terminar de leer "No Hay Bestia Tan Feroz" (Edward Bunker, ediciones Sajalin). Me fue fácil imaginarlo en el bote, pero no luchando con poca fortuna contra la naturaleza, si no remando a favor de la misma, incluso con un potente motor fuera borda tratando de llegar cuanto antes a ese pasado. Max Dembo conoce y acepta su futuro y no se resigna a esperarlo sentado en el porche, va hacia el a toda la velocidad que un GTO le permite. No, no es un marginado, no es white-trash, no es un ángel caído, ni siquiera es víctima del sistema o de las circunstancias. Max Dembo sabe lo que quiere, sabe el precio, sabe el riesgo y lo asume, sabe cual es el único futuro posible para él.
Ultra-recomendado y no solo para aquellos que gocen con las historias de los bajos fondos, delincuentes o de la acción más sórdida. Es un relato impresionante, una crítica devastadora y una historia emocionante. De ritmo adictivo su lectura produce somnolencia.
Desde Pesquisas Salvajes se agradece a Chucho Álvarez que de manera amable y (al parecer) desinteresada nos regalo este artefacto y que ahora luce en posición de privilegio en nuestra biblioteca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario