Como al parecer es común en las madres primerizas, un temor inconfesable la asaltaba por las noches, que su hijo le saliera tonto. Con los años la sospecha, al verlo con la boca abierta viendo la televisión, al recibir las calificaciones o viendolo relacionarse con los otros niños en el parque, fue ganando peso.
Al comienzo, los reproches eran susurros, invitaciones, cariño cierra la boca.
Se fue poniendo filosófica y enigmática, en boca cerrada no entran moscas, le decía al verlo llegar, al verlo horas y horas jugando a la consola.
Termino, enerviada e irascible sin aguante, sin correa. Cierra la boca, Atembado, llego a decirle a un volumen tan considerable que el edificio entero se quedo con la copla.
Y al pobre desde ese día lo llamaban:
El Atembado (los vecinos)
El Tonto (los clásicos)
Bobolitro (los imaginativos)
El Avispado (los sarcáticos)
Ante tal cantidad de apelativos decidió tomar las riendas y dijo, yo, yo lo que soy es Bobo.
Al comienzo, los reproches eran susurros, invitaciones, cariño cierra la boca.
Se fue poniendo filosófica y enigmática, en boca cerrada no entran moscas, le decía al verlo llegar, al verlo horas y horas jugando a la consola.
Termino, enerviada e irascible sin aguante, sin correa. Cierra la boca, Atembado, llego a decirle a un volumen tan considerable que el edificio entero se quedo con la copla.
Y al pobre desde ese día lo llamaban:
El Atembado (los vecinos)
El Tonto (los clásicos)
Bobolitro (los imaginativos)
El Avispado (los sarcáticos)
Ante tal cantidad de apelativos decidió tomar las riendas y dijo, yo, yo lo que soy es Bobo.
Willie Bobo
It's Not Unusual
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