Algunas de las lecturas que he realizado en los últimos tiempos y que habiéndome gustado no he hablado de ellas
Cuidado con el perro, David Torres, La bolsa de pipas. Compilación de cuentos muy recomendable.
1974, David Peace, Alba. Primer acercamiento leído con este inglés. Se confirma todo lo bueno que nos han dicho de él. Esperamos dar buena cuenta del resto de la tetralogía.
Limonov, Carrere, Anagrama. Sensacional perfil de un Personaje Salvaje al que sólo conocíamos de oídas. Ansiamos poder leer cosas del ruso.
En vidas ajenas, Carrere, Anagrama. Emocionado por el anterior libro leímos este relato cruzado de muerte y amor. Baja sensiblemente el nivel. Pero nos gusta Carrere mucho.
La marca del meridiano, Lorenzo Silva, Planeta. Novela negra algo simplona pero muy entretenida. Comprendemos que tenga tantos seguidores y gane premios
Un cuchillo en la mirada, Jim Thompson, Ediciones B. Turbia historia, llena de personajes desequilibrados y situaciones límite donde los límites son confusos, tenues. Novela Negra con mayúscula.
Libros malditos, malditos libros, Juan Carlos Díez Jayo, Piel de Zapa. Bonito libro para los amantes del universo literario. Recopilación de libros, historias, personajes literarios, personajes reales, autores, locos y más libros.
Abril rojo, Santiago Roncagliolo, Alfaguara. Asesinatos rituales en Perú y su investigación. Guerrilleros, subsecretarios y fiestas paganas.
La facción caníbal, Servando Rocha, La Felguera. Su subtítulo lo dice todo y muy claro: Historia del Vandalismo Ilustrado.Fundamental. Su autor es un Ilustrado del Underground. Mucha atención por todo lo que edita su editorial.
Lo que sé de los vampiros, Francisco Casavella, Destino. Otra muestra más del poderío del barcelonés. Excesivo y torrencial. Genial.
El vampiro de la calle Méjico, Vicente Molina Foix, Anagrama. Contiene una de las escenas más graciosas de (des)amor que he leído en mucho tiempo.
Tres hombres en una barca (por no mencionar al perro), Jerome K. Jerome, Blackie Books. Clásico del humor anglosajón que nos dejo un poco fríos al no arrancarnos tantas carcajadas como nos prometía.
La eterna parranda, Alberto Salcedo Ramos, Aguilar. Colección de crónicas que permitirán a cualquiera asomarse a la realidad colombiana. Brutal, sincera, divertida.
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