Asusta la clarividencia. Asusta que las profecías se cumplan. Asusta que la gente crea lo que ve. Asusta que la gente vea la televisión. Asustado me quedo ante la profecía de Fresán:
Telenovelas
(Mexicanas)
Las telenovelas son como noticieros mutantes.
Las telenovelas de cada país son un fiel reflejo -aunque bizarro, sublimado, en ocasiones paródico- de su historia patria o de su ser nacional o como quieran llamarlo. Arquetipos, clichés, freaks: la sirvienta, la madre loca, el padre irresponsable, el abuelo caudillo, amnesia, incesto, asesinatos, muertos que no están muertos, en alguna parte suena un teléfono, suenan mil teléfonos, suena el mismo teléfono mil veces y sube esa música para señalar que, sí, éste es otro de esos momentos dramáticos, definitivos, algo va a pasar, algo ya pasó. La telenovela como sitio de constante acontecer. Siempre ocurren cosas por más que no ocurra nada.
Las telenovelas mexicanas (con sus luchas de clases, sus muertes y resurecciones, sus fantasmas del pasado y profecías futuristas y apocalípticas, con sus vueltas sobre vueltas y sus fluctaciones temporales) acabarán sustituyendo a la historia.
Martín Mantra lo supo antes que nadie.
Mantra
Rodrigo Fresán
Mondadori
2600 Pesetas
2600 Pesetas
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