El otro día me preguntaron que porque caminaba tan raro. Como no soy cojo ni tengo una pata de palo, ni siquiera tengo una prótesis en la cadera o una simple rozadura que me impida caminar como acostumbro, la pregunta me sorprendió. Recordé una aventura de Tíntin en donde Allan encerraba al capitán y a Tíntin en un camarote de un barco y antes de cerrar la puerta le preguntaba a Haddock si dormía con la barba por encima o por debajo de la manta. El capitán, claro, se desvelo pensando en la respuesta. Al otro día volviendo a casa me parecía que caminaba raro, sobretodo con la pierna izquierda. Se ha vuelto una obsesión lo de mi cojera.
1 comentario:
No te preocupes,
Los andares raros dan personalidad: john Wayne, Lee Marvin, Aigorrrr...
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