En el curso práctico del ascenso político o de como se hacen las radiografías, encontramos este fabuloso fragmento. No solo sirve de guía para desentrañar la psique política si no que es una estupenda bofetada. Pero no se equivoque la bofetada no se la lleva el ladrón, se la (nos la) lleva (mos) usted (yo), despierte güevon, dice la rojez en la cara, el plas calentito en la mejilla.
"Y sube, sube, sube que mientras más subas tú tu país más baja. Nadie está arriba si nadie está abajo. En las entrevistas no te des que tú no eres mujer enamorada, y no olvides que hoy día todo lo graban; di que sí pero que no, enturbia el agua que no se pesca en río transparente. Masturba al pueblo, adula a los poderosos, llora con los damnificados, y a todos promételes, promételes, promételes, y una vez elegido proclama a los cuatro vientos tu amor a tu país pero si te lo compran véndelo, y si no hipotécalo que las generaciones venideras pagan: el futuro es de los jóvenes. Las casas, las calles, las escuelas, los hospitales, las universidades, las carreteras que prometiste déjalas como los puentes: en el aire, pendientes, entre una orilla y la otra de la nada. Absurdo sería gastarte en lugares comunes suntuarios lo que es para tus gastos: tus mansiones, tus aviones, tus palacios, tus palacetes, tus islas, tus playas, tus yates, tus putas, tus delicatessen. Y al irte, si es que te vas, recuerda que lo que dejes se lo lleva el próximo viento: dinero en arca pública es volátil cual espíritu de trementina"
El desbarrancadero
Fernando Vallejo
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