Veo visiones. Sudo. Bebo para aplacar la sed y vuelven las Visiones. Veo visiones y Visones, un doble Visonado altamente peligroso, que me lleva a:
Camino en medio de una canícula arrasadora. Me encuentro un vergel, un oasis. En la puerta un guardia me dice que diga la contraseña para poder entrar. Pienso que es muy extraño que me pidan contraseña. Y el guardián que lee mi mente, me dice que esta bien que conque le baile la contraseña es suficiente. Y pienso que Ya esta bien!, que incluso las visiones y las Visiones tienen sus reglas y que no, no pienso bailar ante el guardián. Como quieras, dice haciendo de nuevo gala de su poder para leerme la mente, y remata con un, que no sabía que yo no supiera contar. Mire su cara, una cara abotargada, muy del siglo XVI, muy de Leibniz (por Dios, me estoy volviendo loco! veo visiones con Leibniz y ni siquiera sé quién es Leibniz) y pienso en la posibilidad de patearle la tripa, de dejarle claro, who is the boss. Ni lo intentes, me responde, Yo sí se contar. Veo con nitidez como la gota resbala, cae al vacío, sobre el suelo a cuadros de mi piso. El segurata altanero que se parecía en extremo a Leibniz ha desaparecido. El Oasis ha desaparecido. El Calor sigue. Abro un libro que tengo en el regazo y leo, "la música es el placer que experimenta la mente humana al contar sin saber que esta contando" y entonces si, entonces comienzo a bailar para asombro de los que esperan el autobús y que contemplan el magnífico espectáculo que es Un Hombre Sudado Intentando Bailar en un Segundo Piso sin Cortinas, gritando con sus movimientos las Putas Palabras Mágicas, esperando que se abra la puerta, que se abra la puerta.
Otis Redding
Love Man
(Este Calor lo vuelve a uno Loco)