A mediados de 1963, Mary Frierson, entro con sus hermanos por la puerta de la discográfica Stax. Tenían un grupo, The Drapels, a imitación de todos los grupos que empezaban a copar las listas de éxitos: canciones de (des)amor, coros, armonías.
Obtuvieron un contrato, algunos singles y poco éxito.
Pero ella tenía algo especial: había que mantenerla.
Pero antes habría que buscarle un nombre, algo mejor que Little Sister o Mary Lou, como la llamaban en su familia o sus hermanos. En la discográfica, uno de esos cantantes que iba en la conquista del mundo, la bautizo como Wendy Rene.
El hombre se llamaba Otis Reding.
Un año después lanzó su primer sencillo en solitario.
Wendy Rene
After laugther comes tears
Tan solo tres años después se retiraba. El posible éxito, el posible dinero, la posible fama no fueron suficientes para retenerla en la Stax.
Sencillamente se retiro para formar una Familia. Solo quería tener, cuidar y criar a sus hijos.
Wendy Rene pertence a esa Maravilloso Estirpe de artistas que AMAMOS.
Aquellos que sencillamente han dado un paso al costado.
Como es costumbre en este Blog nos remitimos a copiar lo que nos gusta, o como es más habitual, lo que otros explican mejor:
La teoría del bisturí
“Sin embargo, de todos los conglomerados
detesto particularmente el de los pintores. En parte, naturalmente, porque es
el que más conozco y ya se sabe que uno puede detestar con mayor razón lo que
se conoce a fondo. Pero tengo otra razón: LOS CRÍTICOS. Es una plaga que nunca
pude entender. Si yo fuera un gran cirujano y un señor que jamás ha manejado un
bisturí, ni es médico ni ha entablillado la pata de un gato, viniera a
explicarme los errores de mi operación, ¿qué pensaría? Lo mismo pasa con la
pintura. Lo singular es que la gente no advierte que es lo mismo y aunque se
ría de las pretensiones del crítico de cirugía, escucha con increíble respeto a
esos charlatanes. Se podría escuchar con cierto respeto los juicios de un
crítico que alguna vez haya, pintado, aunque no fuera más que telas mediocres.
Pues aún en ese caso sería absurdo, pues ¿cómo puede encontrarse razonable que
un pintor mediocre dé consejos a uno bueno?
- Los escritores (en general, la gente de la cultura, pintores, cineastas, músicos) son un curioso árbol que no hunde sus raíces en el suelo, si no que las extiende de manera paralela al mismo, en dirección a su biblioteca. Las raíces de un escritor son un extraño jardín colgante, un artefacto digno de visita y asombro, que aunque tienen que vivir en un medio-ambiente determinado, este no es el que los define ni clasifica, en todo caso y como mucho, les da un toque distinto, una coloración diferente, unas flores particulares. Pero su tronco, sus ramas, su altura, le vienen determinadas por sus raíces horizontales. Siendo el sustrato del que se alimenta y crece, sus lecturas, su pared, su estantería Billy.
Esta teoría, que no es mía y no estoy seguro si se la leí a Borges o a Fresán, por supuesto es aplicable al Escritor Perfecto que como sabrán no es más que un Lector Perfecto. (Paro aquí, que aburro)
Para Seguir:
- Evelio Rosero
Solo he podido leer dos libros de él, pero son más que suficientes para que se convierta en Mi Escritor Favorito (Categoría mucho más amplia de lo que su nombre indica). En su último libro "La Carroza de Bolívar" trata varios de los temas que últimamente más me obsesionan:
a) como diría el tango Cambalache "hoy resulta que es lo mismo ser derecho, que traidor / ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador / todo es igual, nada es mejor / lo mismo un burro, que un gran profesor / no hay aplaza'os ni escalafón / los inmorales nos han iguala'o" O lo que es lo mismo: este nihilismo rampante que nos acecha y destruye, en nombre de la "Democracia", en nombre de la "Igualdad", en nombre de "Libertad" un principio realmente macabro y destructivo que es aquel que convierte la opinión en algo respetable. Y además la Opinión la transforma (por arte de birlibirloque) en la Verdad. Construyendo un mundo falso de Verdades, de Razones. Como no quiero ser pesado ni lioso, aclaro:
- Todas las Opiniones NO son respetables. Las personas que emiten esas opiniones SI son respetables.
- La opinión no es La Verdad. No tenemos cada uno, una Verdad. Como mucho, tenemos una opinión.
b) La Historia. La historia la escriben los vencedores. La historia no es más que un relato. Y como todo relato esta sujeto a la parcialidad del narrador. La Historia no es algo fijo, inamovible. La historia es algo Vivo. Y aquí, esta el meollo: si tenemos que mirar atrás para no cometer los mismos errores, si tenemos que conocer nuestra historia para no cometer los mismo errores ¿como hacemos? ¿y si estamos evitando cometer errores del pasado basándonos en principios erróneos?¿ y si estamos mirando por un retrovisor que no apunta bien a la carretera?....
Grandioso. (Afortunadamente no le falta humor. Un humor peculiar y colombiano, pero humor)
"Era un desfile de niños y niñas enaltecidos: cantaban mientras bailaban; algunos llevaban botellas de aguardiente llenas de limonada, pero desfilaban haciendo eses, imitando al detalle la borrachera de los mayores: las orgullosas madres los aplaudían."
Era, ante todo, un entusiasta del deporte, en especial del foot-ball. Comenzaba el siglo XX y el deporte ya hacía furor en las islas británicas. Parecía que lo primero que hacían los ingleses, cuando atracaban en nuevo puerto, era buscar un terreno donde poder practicarlo y contagiar a los locales con su entusiasmo por el fútbol.
Con su hermano Joan tomaron la decisión, sin poder si quiera imaginar las consecuencias de aquel impulsivo y festivo acto, de fundar el Real Madrid Club de Fútbol.
Madrid hervía: Alfonso XIII cumpliría la mayoría de edad y las iniciativas por agasajarlo, por, al calor de los festejos desarrollar todo tipo de actividad.
Carles propuso festejar un torneo de fútbol. Movió hilos. Consiguió una copa de plata y que además le prestaran el hipódromo para jugar los partidos. Nacía la Copa del Rey. Nacía el fútbol profesional español.
Impulsado por su espíritu empresarial, intento embarcar al Real Madrid en todo tipo de actividad internacional, en la fundación de la FIFA, en conseguir un campeonato nacional regulado. Todas actividades que llegaron a buen puerto algunos años después. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que era un adelantado a su época.
En 1908 se retiró de la presidencia del club.
Fue diputado del partido Liberal por Mataró en los años 1910, 1914, 1916.
También fue un empresario de éxito.
Durante la Guerra Civil fue apresado y fue víctima de un simulacro de Fusilamiento en el paredón de El Retiro.
Vivió hasta su muerte, en 1950, en Madrid.
Nadie en representación del Real Madrid fue a su entierro.
El ligero malestar, en principio confundido con una indigestión, con el exceso alcohólico del fin de semana, con las emociones últimas, su cumpleaños, cambios de trabajo, fue tornando, en una inminente necesidad de llorar.
Aquello era extraño, un dolor de tripa que se transformaba en unos ojos acuosos y un tembleque constante en la barbilla, en un escalofrío que se iba afianzando y que dejaba de ser un animalillo que le recorría la espalda para quedarse junto a él, a su lado, como un perro bien entrenado.
Surgieron hipótesis chuscas, soluciones inverosímiles. Le hablaron de mil remedios y ciento una curaciones. Probo con algunas, inventó otras y descartó más de una porque, incluso él, las consideraban descabelladas. Al final y como resultado, el perrito seguía fiel a su lado.
La necesidad de llorar, la explicaba como "tener los ojos muy rellenos". Y entonces parpadeaba a una velocidad de vértigo, batiendo un récord mundial seguramente, para seguir con un guiño alterno, una, dos, cinco veces y finalizar con un cerrar de ojos apretadísimo, que surgería el paso del tiempo, arrugas futuras, aún inexistentes.
Al terminar el ritual, siempre lo hacía igual, como poseído, como víctima de algún desorden neurológico, al terminarlo se quedaba con una cara de pena tremenda. Y con los ojos aún más rellenos, suponemos, ya que no lo vieron llorar.
(Entonces:
se iba a casa, a veces ni siquiera podía esperar el corto trayecto y lo revisaba en su móvil, y comprobaba como el color rojo sobre el azul no aparecía, no le avisaban sobre nada, ni mensajes, ni toques, ni cambios de estado. Y no le quedaba más remedio que acariciarle el lomo al perrito)