Me dice Jesús Alvarez (Regidor de la Coqueta Radiocity Discos) que se le viene el primer Dylan (o Elvis) a la cabeza. A mí se me viene Brian corriendo por la montaña, desesperado tratando de demostrar que no es ÉL.
El Cantante de Gospel trata de eso y de mucho más. Trata de saber quién somos, de remar contra esa corriente que nos arrastra hacia nuestro pasado, de Matar al Padre, de la Justicia y la Verdad, de las masas, del miedo a la libertad, de las bajas pasiones, del egoísmo. De no saber quién queremos ser. De la ignorancia y el fanatismo. De los Márgenes. De esos bordes fangosos que se hacen en los caminos más transitados
El debut de Harry Crews es apabullante. Un ejercicio de solidez. Una demostración de recursos. Un bello libro escrito y ambientado en medio de una sordidez poética, donde la lluvia no es más que barro y el amor un polvo en el asiento trasero del coche. La justicia el alivio a las bajas pasiones. Y los monstruos, los monstruos no son más que el reflejo en el espejo.
Urgente y necesaria: hágase un Favor: léela.
(Si algún loco sigue el consejo anterior hágase otro favor: NO lea el prólogo. En todo caso puede hojearlo después de haber leído el libro)