domingo, 22 de diciembre de 2013

Cuidadin

Ginger Baker pertenece a ese selecto (yo aún diría más: Selectisimo!) grupo de Personajes Salvajes que nos recontrachiflan. Malencarado. Peligroso. Honesto a ratos, hijodeputa casi siempre. Respetado pero no admirado. Reo a la fuga. Batería excelso, padre infame. Ama los animales. Y deja enemigos por donde pasa. Viejo cascarrabias. Pelirrojo.


La búsqueda constante de la fuerza que nos impide parpadear, sucumbir al sueño. Esa quemazón, palpitar acelerado, ese fluir desbocado de nuestra sangre. El buscar, adelante siempre hacia adelante. El saber que las adicciones no se curan, no se eliminan, adicto siempre. Ser un mejor adicto. Ser el Adicto. Buscar la fuente, la pureza, buscar la metanfetamina azul. Buscar y buscar. Cada vez más puro, más sencillo, más lento. Más lleno. 



Poseedor de unos magníficos pómulos amenzantes, el señor Baker ha sido batería de Graham Bond Organization, Blind Faith, Cream, partener de Fela Kuti......

miércoles, 11 de diciembre de 2013

In The House

Lo más difícil es no escribir una entrada con algún pie de página o distintas caligrafías. Una vez superado esto (me tomo varios días no se crean) seguimos adelante


La casa de hojas es un libro de miedo. Y asusta.
La casa de hojas es una matrioska. De muchas muñecas, muchísimas.
La casa de hojas es un juego. Tiene más niveles que el Candy Crush.
La casa de hojas es tú casa. Y la mía, claro.
La casa de hojas es un libro precioso. E impresionante.

La casa es aquello que nos impide cerrar los ojos, que nos lleva a leer una página más. La casa es el frío en los dedos al escribir de madrugada, al leer a la intemperie. La casa es aquello que nos arrebata, que nos quema. Es ese éxtasis que no se compra, esa obsesión que cabalga. Ese tam-tam que retumba, que baja por la montaña, que se parece tanto al palpitar nervioso del fracaso, del éxito. La casa es todo aquello que no es casa. La casa soy yo.

Detalle de la página 135. Notese como Sartre se convierte en Satre ¿será esta una clave más de lectura?

Coda aclaratoria
Ninguna lectura se queda en la numeración de las paginas pero pocas lecturas ofrecen tan amplio margen para, a voluntad del lector, alargar, profundizar o sumergirse en la historia que nos propone. La casa de hojas crea todo su universo. Es tal y tan abrumadora la cantidad de referencias reales o ficticias (¿qué más da?) en las que se soporta que negar la existencia de la casa, del manuscrito, la película fuera del libro es un absurdo.